Hoy quiero a todos contar
una historia con final.
Se repite cada año.
¿Tenéis gana de escuchar?
Hace nueve largos meses,
niños, niñas y papás,
un poquito temerosos
llegaron a este lugar.
Y allí estaba yo, en la puerta,
y les dí la bienvenida,
segura de que se abrían
nuevas sendas en sus vidas.
Desde aquel lejano día
hemos ido compartiendo,
codo con codo, en silencio,
con ansias y con anhelos,
el esfuerzo, la alegría,
un abrazo, una caricia,
la magia de la palabra,
números y muchos sueños.
Dejas atrás este sitio
donde tanto has aprendido.
Ya has cumplido los seis años
y más de un diente has perdido.
Has crecido tanto, tanto,
que ya es hora de acabar,
de decirnos: ¡hasta siempre!
y de dejarte volar.
una historia con final.
Se repite cada año.
¿Tenéis gana de escuchar?
Hace nueve largos meses,
niños, niñas y papás,
un poquito temerosos
llegaron a este lugar.
Y allí estaba yo, en la puerta,
y les dí la bienvenida,
segura de que se abrían
nuevas sendas en sus vidas.
Desde aquel lejano día
hemos ido compartiendo,
codo con codo, en silencio,
con ansias y con anhelos,
el esfuerzo, la alegría,
un abrazo, una caricia,
la magia de la palabra,
números y muchos sueños.
Dejas atrás este sitio
donde tanto has aprendido.
Ya has cumplido los seis años
y más de un diente has perdido.
Has crecido tanto, tanto,
que ya es hora de acabar,
de decirnos: ¡hasta siempre!
y de dejarte volar.
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