PRECIOSO REGALO DE TIHADA:
Si sentís esa felicidad que parece que te va a reventar el pecho y tenés ganas de gritarlo y una energía milagrosa que desborda por tu boca y reís caminando solo por la calle.
Entonces es el momento, no lo dudes, de repartir felicidad por todas partes.
Si sentís que la tristeza te ha comido hasta las piernas que no quieren avanzar y duele el cuerpo porque duele el alma. Entonces es el momento, no lo dudes, de recibir la alegría que otros reparten, y entender que en la vulnerabilidad uno comprende el más hondo sentir de la humanidad y entiende, por fin, que se fortalece la completud en el nosotros.
Si estás leyendo, no lo dudes,
es para vos y es el momento.
Tihada/Ana Gracia
Si sentís esa felicidad que parece que te va a reventar el pecho y tenés ganas de gritarlo y una energía milagrosa que desborda por tu boca y reís caminando solo por la calle.
Entonces es el momento, no lo dudes, de repartir felicidad por todas partes.
Si sentís que la tristeza te ha comido hasta las piernas que no quieren avanzar y duele el cuerpo porque duele el alma. Entonces es el momento, no lo dudes, de recibir la alegría que otros reparten, y entender que en la vulnerabilidad uno comprende el más hondo sentir de la humanidad y entiende, por fin, que se fortalece la completud en el nosotros.
Si estás leyendo, no lo dudes,
es para vos y es el momento.
Tihada/Ana Gracia
http://cuentosdetihada.blogspot.com/
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